Que suerte tengo,
crecen mis hijos,
yo voy y vengo.
Mis niños crecen
yo lo comprendo,
son tan bonitos
yo los entiendo.
No se pelean,
comen charlando
de cosas amenas.
No se discuten
cosas pequeñas,
van mejorando
con cosas buenas.
¡Cuánto me ayudan!
cosas pequeñas,
sin importancia,
pero hacen mella para mi paz.
¿Cuánto durará esta dicha,
ésta gran felicidad?
si no se acabara nunca
esto sería “bon voyage”.
Yo necesito esta calma
ya me cansé de luchar,
quizá me encuentre cansada
y me empiece a quebrar.
Así que hijitos míos
ayudadme a caminar,
ahora sin vuestra ayuda
no se si podría andar.