CHSSSSS
Nadie mueva una pestaña
y que no abras la boca,
por que a la primera de
cambio
se prepara la reoca.
A los que no nos gusta el
fútbol
y aún menos la pelota,
nos dan ganas de gritar
que las masas están locas.
Con tanta pelota
y tanto chorizo,
ahora lo del fútbol
se convirtió en vicio.
Que ruedan cabezas
que rompen melones,
patadas bajeras
que rompen cojones.
¡Que vendo a Redondo!
¡Que cae Maradona!
¡Que se marcha Croif!
¡Ay del Barcelona!
Pobrecito en la calle,
sin paro y sin corona.
Así los pobres forofos
desconsolados están,
sin darse cuenta si quiera
que forma parte del plan.
Uno se cae de bromas
otro se tira afligido,
y ahora los sufridores
¡peleando a puño partido!
Chiflado del personal
que se engancha en ese lío,
la gente muriendo de hambre
y en el fútbol todo el
capital metido.
¡Oh, señor! Haz un milagro
para tanto majadero.
“Deportistas de butaca”
¡levantad las posaderas!
Por bien de la sociedad
haced deporte ahí fuera.
Quitareis quilos de encima
ahorrareis de los bolsillos
y ganareis en maneras.
La cultura no es el fútbol
esa bola cojonera,
que en vez de arreglar el
mundo
lo jode de mala manera.
Y para pasar los nervios
se arreglan con poca cosa:
dos barriles de cerveza,
unas docenas de copas,
medio saco de patatas,
cacahuetes, aceitunas y
otras cosas.
Pequeños ilusionados
jovencitos eclipsados,
y mayores cabezotas
mirando al televisor,
para seguir la pelota
que da igual si va por aire,
si rueda
o si rebota.
¡Chsssss…!
“Que nadie rompa el
silencio”
¡Hay que seguir la pelota!
Villardesilva, 18-10-98