MI QUERIDA NIÑA

 

Cara rubita, con tus ojos azules

y tu sonrisita,

con esos hoyitos en tus mejillas

con tantas espinillas y unas pequitas.

 

Y con tu alma limpia, cara rubita

¡déjame que te ayude! a tu verita,

que la juventud te llega deprisita

y tienes que saber caminar solita.