SOMBRA EN EL ALMA

 

En mis mejillas tristes

tristes surcos de llanto,

de que sirve en la vida

quererte tanto.

 

¡Ay! Si se quiere

la pena es pena,

y el canto, duele.

 

Me hiere tu silencio

tu huida inmediata,

tu duda en retornar

no seas ingrato.

 

Y si vinieras seria

tu visita tan grata y bella,

te esperaremos

y sino, tu espera.

 

Un día nos reuniremos,

nos encontraremos todos,

ahí fuera.

 

       Villardesilva, 23-10-89