EL CLOWN-FIASCO
El punto central es el conflicto del payaso y las máscaras. La máscara más pequeña es la nariz roja del payaso, es nuestra base para todas las demás máscaras.
El payaso sirve para crear el primer contacto. El primer contacto, el más directo y profundo con el publico, iniciado por el actor, surge de la impresión de este encuentro.
El ser humano sobre el escenario “se convierte” en actor gracias al encuentro con el público.
En el centro de la técnica del payaso esta el FIASCO, la busqueda del espiritu del payaso. Éste aparece cuando él permite que se rian de él, en la situación en la que queda en evidencia su torpeza. Paradógicamente, su fracaso, sus pérdidas, son finalmente sus ganancias.
Tras varios ejercicios prácticos y análisis sobre la tradición del payaso la relación es comprensible. El payaso encuentra su fuerza siendo él el perdedor.
Nuestro punto de partida no es un texto escrito, sino la evolución de las figuras y las situaciones teatrales.
Almuerzo en grupo y un momento durante la preparación de una escena (Pincha en las fotos para ampliar)
La primera semana se dan técnicas de Clown. El actor, el payaso, busca un lenguaje propio.
Durante la segunda semana ya se crea un personaje y algunas situaciones, surgen algunos números y pequeños fragmentos de escenas.
Exposición de los números y representaciones cara al público.
La tercera semana se van rematando y puliendo las ideas, aquellos números y pequeños fragmentos se transforman en posibles exposiciones concretas cara al público.
Trabajos de limpieza en la ermita de Santo Estevo en Pardollán por un grupo de participantes en uno de los cursos.
A lo largo de las tres semanas solemos realizar tareas o trabajos que resulten beneficiosos para el pueblo o su entorno. De esta manera se culmina y concreta la simbiosis (en su significado de intercambio positivo para las dos partes) que una actividad de este tipo debe dejar en el lugar en el que se desarrolla.
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