HISTORIAS DE PARDOLLÁN

 

LA TORMENTA (Historia recopilada por Alicia Blanco Prada)

 

La memoria de un pueblo como Pardollán la conforman los recuerdos de las personas que viven en él y que conocemos de siempre. “La tormenta” es un recuerdo que todos mis vecinos “mayores” tienen y del que todos recuerdan con increíble precisión la fecha en que sucedió y todos inician su pequeño relato mencionando esa fecha.

Seguramente como “hecho real”, como “acontecimiento” no tenga gran trascendencia, excepto para ellos, para nuestros vecinos, que detrás del “hecho real”, cada uno tiene su propia vivencia y su pequeña historia .

 “Fue el 18 de Julio de 1955....” , Federico empezó así contándome la historia, con la fecha, y después me dijo “que era en la época que estaban construyendo el Pantano de Peñarrubia, estábamos jugando a los bolos, cuando empezó  a tronar y a caer piedra, había grandes relámpagos... el pueblo lo atravesaba un arroyo y en poco tiempo para poder cruzarlo tuvimos que ir  a un lugar llamado “El Cubo” donde había un pequeño puente de madera y donde el cauce del arroyo es más profundo y más amplio.

La tormenta duró  más o menos una hora, bajaban  más escombros que agua, quedaron los prados y las huertas llenas de piedras, árboles...Se inundaron todas las cuadras.

En casa “ da Lola” recuerda, dentro del “curral” el carro que era de madera flotaba con la cantidad de agua que había. Federico sigue diciendo que él estaba en la cuadra que había debajo de su casa y empezó a entrar agua, “tuve que romper una tabla del suelo de mi casa, desde la cuadra, para poder subir y salir de allí”.

Manolita ,  también recuerda la fecha exacta: “ 18 de Julio....” “ Yo tenía 11 años, estaba sola en casa, todo se volvió oscuro, salí al corredor a gritar, me oyó mi tío Gregorio y vino a casa, en el momento que cruzó el “Regueiro” vi como llegaban volando: primero, troncos de madera, piedras… y después el agua....era todo miedo. Mi tío no pudo cruzar nuevamente a su casa hasta que pasó la tormenta”.

Alicia, menciona como todos, la fecha  y después nos cuenta qué le sucedió a ella: “Yo salí corriendo desde el juego de los bolos, llorando y gritando, teníamos la “meda del pan”hecha y mediría como 10 m de lado a lado y otros tantos para arriba, pero el viento y el agua la zarandeaban como si fuera una muñeco, estuvo a punto de llevársela. Se fueron al río cerdos, gallinas, los carros... aquello era imposible, concluye desconsoladamente

Son sus pequeñas historias que hacen la memoria de nuestro pequeño pueblo, y que recogemos para vosotros y para nosotros, para poder también, mas adelante contarlas.

 

                                       

   

    En la imagen, una de las piedras arrastradas por el arroyo en la famosa tormenta.