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En este reportaje se muestra la cara más miserable de la condición humana y el desprecio más absoluto, que a veces mostramos las personas, hacia aquello que llamamos bienes comunes o públicos.
Este acto vandálico fue cometido hace algunos días, lo mostramos ahora desde la frialdad y la reflexión que proporciona el tiempo. También queríamos evitar darle notoriedad inmediata no fuera a ser que los autores buscaran precisamente eso, ser tristemente famosos por un día.
Pero es esta misma serenidad que proporciona la distancia temporal la que nos hace plantearnos la siguiente reflexión: ¿Verdaderamente la raza humana tiene remedio? ¿Qué gen se le olvidó extirparnos al creador?
Alguien dirá que no se debe exagerar y que actos de este tipo deben situarse en un contexto concreto y atribuirles la magnitud real que tienen, pero ¿Cómo debemos interpretar estos síntomas de decadencia? ¿Son solamente actos aislados, sin significado alguno? ¿Qué tecla estamos tocando mal?
Bueno, muchas preguntas, pocas respuestas, vamos a dejarlo aquí. Nuestra obligación era denunciarlo y ahora es a nuestros internautas a quienes les toca juzgarlo.