La
obsolescencia
programada, o cómo fabricar
un producto con
una duración limitada para tener
que cambiarlo por otro nuevo.
¿Sabías que muchas impresoras
llevan un chip que cuenta el
número de impresiones para
bloquearse al cabo de un número
programado previamente?. El
sistema económico actual basa su
crecimiento en incentivar la
compra de cosas que no
necesitamos. Sin embargo, este
sistema, lleva implícita una
gran contradicción: es
insostenible en un planeta
finito. No obstante, existen
alternativas, podemos vivir de
otra manera, en el video se dan
algunas respuestas.
LOS VERDADEROS AMOS DEL MUNDO
Las guerras son, entre otras
cosas, uno de los mecanismos más eficaces
con los que gastar los
excedentes de producción que cíclicamente entorpecen el
crecimiento del sistema. Hay que recordar que este sistema está
basado y tiene sentido sólo en un escenario de crecimiento
progresivo del
consumo (de
derroche progresivo para ser más exactos). Si el
crecimiento se estanca porque se frena o retrocede el consumo el
sistema hace aguas. Entonces, hay que deshacerse de lo ya
producido y "obsoleto" (armas, software, hardware, bienes
de consumo de todo tipo, procesos de producción, etc.) para
forzar nuevas inversiones y poder comenzar un nuevo ciclo. Y así
una y otra vez.
Históricamente, el mecanismo ha sido siempre el mismo: buscar un
enemigo o amenaza ideal, crear el ambiente propicio de cara a la
opinión pública,
(no olvidemos que es esta opinión pública quien
debe sufrir los daños colaterales y los muertos, de eso se
encarga la propaganda oficial y sus propios medios de
comunicación), buscar el respaldo de coaliciones u organismos
mundiales(esto no es
obligatorio últimamente) y por fin, inventarse el detonante o el motivo
desencadenante. Repasen la historia, es siempre así.
De las guerras latentes, esas guerras olvidadas que duran años y
años y que ni siquiera sabemos que existen hablaremos en otra
ocasión.
El veterano de guerra de este video
y todos los veteranos de
guerra de todas las guerras son
unas víctimas más.
Vuelvan enteros, sanos o no,
han
arruinado su vida para siempre
por una causa que no existía realmente.
Cómo hacer que la gente desee algo que no necesita:
En los primeros años del
siglo pasado, la gente compraba cosas por necesidad:
vestido, calzado, comida, o una bicicleta para ir a su
trabajo. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas técnicas
de producción en masa o en cadena, la capacidad de producir
cosas de las empresas aumentó notablemente, lo que trajo
consigo la preocupación de las mismas por no poder vender
estos excedentes de producción.
En estas, a Edward Bernays, sobrino de Freud y de quien la
mayoría de nosotros no hemos oído hablar nunca, pero que
está considerado una de las personas más influyente del
siglo XX, se le ocurrió trasladar las teorías de su tío
sobre el inconsciente irracional y todo eso al sector de la
industria en los EEUU. Así nació un término llamado las
"relaciones públicas", que para abreviar, las llevan a cabo
unas personas que se dedican a inventar formas en las que el
deseo (inconsciente u oculto) de alguien pueda ser dirigido
hacia eso que le queremos vender.
Un ejemplo muy famoso lo tenemos en la siguiente historia:
En la época en que Bernays comenzó a trabajar en las
relaciones públicas (primeros años veinte) no estaba bien
visto que las mujeres fumaran en público. De hecho, el
ámbito en el que lo hacían era privado y sólo las clases
altas. Así las cosas, las empresas tabaqueras se dieron cuenta de
que estaban perdiendo la mitad del mercado por lo que
decidieron contratar a este tal Edward
Bernays que consiguió inocular,de una manera muy ingeniosa, en las
mujeres de la época,el
deseo de fumar.
Y desde entonces, una y otra vez, con un
producto tras otro hasta hoy...Pero
esto se explica mejor en el video.
EL SIGLO DEL YO, 1ª PARTE
LOS AMOS DEL
MUNDO
ZEITGEIST, LA PELÍCULA.
(Doblada al castellano)
Zeitgeist es una película dividida en tres partes. En la
primera se hace un análisis alternativo del origen de la
religión católica. En la segunda parte se ofrece una versión
de lo ocurrido el 11-S distinta a la oficial. En la tercera parte, se
ofrece una visión crítica del sistema económico capitalista
actual.
H1N1 ¡TOCADOS!
Algunos llevamos años sospechando que alguien o
algo se beneficia de nuestros miedos. Que aquello que nos atormenta o
preocupa puede ser utilizado como una verdadera "arma de sugestión
masiva". Algunas religiones, sin ir más lejos, utilizan el miedo a la
muerte, al sufrimiento, a la soledad del individuo, a que todo se acabe,
etc. como mecanismo de persuasión para hacernos fieles seguidores, con
la promesa de vida eterna, protección divina, y otras prebendas
exclusivas para los buenos creyentes.
A diferencia de épocas anteriores, en las que mensajes o sucesos
impactantes solían tardar años, incluso siglos, en recorrer grandes
distancias; en la actualidad, cualquier suceso relevante o no, tarda
minutos o segundos en conocerse al otro lado del planeta. Incluso puede
ser seguido en vivo y en directo como si se tratara de una retransmisión
deportiva cualquiera (el 11-S, por ejemplo). ¿Realmente alguien cree que
los poderosos teniendo estas armas a su alcance no las van a utilizar de
una manera u otra en su propio beneficio?.
Sólo es cuestión de tirar del hilo y aplicar el sentido común para darse
cuenta de que nos las están metiendo dobladas por todos lados. Vamos a
ver, si no, cómo se explica el penúltimo gran fraude global: la temible
gripe A.
Una enfermedad que se ha lanzado a infectar real o
virtualmente a todo bicho viviente,
porcino o no, con la aquiescencia y complicidad de los medios de
comunicación globales, que por cierto, están en manos de señores muy
poderosos, también accionistas de grandes corporaciones farmacéuticas.
Y nosotros y nuestros hijos, los principales amenazados por esta
terrible enfermedad, de sintomatología similar a la de un resfriado, que
va camino de infectar al 0,00000001% de la población mundial, dejaremos
que nos graben con cámaras ocultas, que nos registren las narices y los
calzoncillos en los aeropuertos, que nos apliquen la ley antiterrorista
al menor estornudo. Aceptaremos con normalidad que encierren a los
individuos más sospechosos durante 40 días en algún centro vigilado y
finalmente, nos dejaremos meter (en el culo), también
en el de nuestros pobres niños, el
anticuerpo cargado de ADN del bicho para que no nos siga tocando
las narices (nunca mejor dicho). Y todo será en aras de defendernos
contra una nueva amenaza global...hasta la siguiente.
La OMS (un organismo mundial, no un virus) cree que la coordinación y
colaboración de los organismos públicos y privados (la colaboración de
los organismos privados es un eufemismo pagado condinero público) está funcionando
pero que existe riesgo de pandemia (otro eufemismo que
significa miedo mundial). Estima también que en un año habrá
disponibles 5.000 millones de dosis de esta vacuna.
O lo que es lo mismo: al precio de la vacuna contra la gripe común, unos
10 €, (que mata a mucha más gente, pero ya
es como de la familia) el dichoso H1N1, reportaría a la industria
farmacéutica unos 50.000 millones de €
anuales. Que se añaden a los tropecientos mil para abastecimiento de
antivirales y otros medicamentos varios para combatirlo.