Sin hielo en el año 2040
11-12-2006
El deshielo del Artico o la inundación de
miles de islas y varios países, durante este siglo son algunos
de los peores presagios por el cambio climático, una amenaza
contra la que en 2006 se han consolidado los esfuerzos
mundiales.
Multitud de informes alertaron otra vez este
año de catastróficas consecuencias de la acumulación en la
atmósfera de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto
invernadero más abundante, así como de metano y óxido nitroso,
un tridente contaminante que forma una capa que retiene el calor
en la Tierra.
El CO2, generado por la combustión de petróleo, gasolina y
carbón y la tala de bosques, aumenta de forma constante y no
parece que disminuya en el futuro, han coincidido en señalar la
Organización Meteorológica Mundial y la Agencia Internacional de
la Energía (AIE).
Ártico |
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Sin hielo en 2040
Simulaciones realizadas con superordenadores
muestran que, de continuar la actual tasa de acumulación de
gases de efecto invernadero en la atmósfera, para el verano
boreal de 2040 sólo quedará una pequeña franja de hielo perpetuo
en el norte de Groenlandia y Canadá.
La desaparición de la capa de hielo tendrá un gran impacto en el
calentamiento global a nivel mundial, dijo a la televisión
pública canadiense CBC Bruno Tremblay, científico de la
Universidad McGill de Montreal.
Dos documentos divulgados en 2006 muy críticos con esa situación
fueron relevantes por la notoriedad política de sus promotores,
el primer ministro británico, Tony Blair, y el ex vicepresidente
de EEUU Al Gore.
El informe patrocinado por Blair, que redactó el ex economista
del Banco Mundial Nicholas Stern, vaticina que el calentamiento
de la Tierra entre dos y tres grados causará en medio siglo
pérdidas del 5 por ciento del Producto Interior Bruto global
cada año y 200 millones de refugiados por inundaciones o
sequías, incrementará las hambrunas, y extinguirá numerosas
especies animales.
Al Gore, por su parte, alertó en un documental sobre la
necesidad urgente de evitar una catástrofe ecológica definitiva,
y advirtió de que si no se actúa con rapidez la hecatombe podría
llegar mucho antes de lo que muchos piensan.
Aunque para Gore aún no se ha alcanzado 'el punto de no
retorno', el secretario general de la ONU, Kofi Annan,
afirmó que 'nos estamos acercando' a él.
Aquellos dos documentos no han hecho sino corroborar insistentes
voces de alarma de la ONU, científicos y asociaciones
ecologistas y defensoras del medio ambiente desde los años 70
del siglo XX.
Entonces se advertía del incremento de la concentración en la
atmósfera de gases de efecto invernadero, lo que llevó a
gobiernos de casi todos los países a firmar en 1992 en Río de
Janeiro la Convención de la ONU sobre el Cambio del Clima con el
objetivo de 'estabilizar' las emisiones.
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El aumento del
nivel del mar por el deshielo de los glaciares
inundará la isla neoyorquina de Manhattan,
Holanda, Bangladesh, además de miles de pequeñas
islas |
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Sin embargo, no se estabilizaron sino que
aumentaron, y en 1997 se suscribió en Kioto el Protocolo que
lleva el nombre de esa ciudad japonesa, que impone, por primera
vez, a unas 40 naciones avanzadas límites obligatorios a sus
emisiones de gases una media del 5,2 por ciento entre 2008 y
2012 con respecto a 1990.
Estados Unidos, el país que más contamina, no ha suscrito ese
Protocolo, y tampoco China, el segundo mayor emisor de gases de
efecto invernadero y que pronto se espera que sea el primero.
La Cumbre del Clima celebrada en noviembre pasado en Nairobi fue
la caja de resonancia de nuevos informes de expertos y entidades
que no han presagiado nada bueno para un futuro cada vez más
cercano.
'A mediados de este siglo podríamos ya presenciar un océano
Artico sin hielo durante el verano', pronosticó Stefan
Rahmstorf, profesor de física de los océanos y asesor del
Consejo Alemán sobre Clima Global, al esgrimir datos captados
por satélite.
El experto se atrevió a advertir de que el aumento del nivel del
mar por el deshielo de los glaciares inundará la isla
neoyorquina de Manhattan, Holanda, Bangladesh, además de miles
de pequeñas islas.
Además, sequías o inundaciones motivarán el desplazamiento de
millones de personas de Africa a Europa, y enfermedades como la
malaria, el cólera y el dengue pueden regresar a países donde
han desaparecido o llegar a los que nunca lo han sufrido.
Advertencias como esas han contribuido a un acuerdo 'Kiodo-2' en
la Cumbre de Nairobi, que prorroga los esfuerzos mundiales de
reducción de gases contaminantes más allá de los plazos del
primer protocolo, en 2012, y propone que se reduzcan un 50 por
ciento las emisiones de dióxido de carbono en 2050.
En la búsqueda de nuevas propuestas, Stern consideró básicas las
energías renovables, la nuclear, los biocombustibles, el carbón
y el almacenamiento en el subsuelo de CO2.
La energía nuclear, considerada también por la AIE una posible
alternativa para reducir la dependencia del petróleo y el gas,
ha desatado el debate por el problema aún no resuelto del
almacenamiento de los residuos radiactivos que genera.
Las organizaciones no gubernamentales proponen a los países
ricos que financien proyectos de energía renovable a pequeña
escala en los menos avanzados, al tiempo que piden a los
ciudadanos, sobre todo de los países industrializados, una mayor
eficiencia en el gasto energético, en lo que coinciden los
numerosos gobiernos.
En 20 años el
ritmo de desaparición del hielo podría ser
cuatro veces más rápido de lo nunca vivido en el
Artico |
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Los científicos calculan que en 20 años el
ritmo de desaparición del hielo podría ser cuatro veces más
rápido de lo nunca vivido en el Artico y que se alcanzará un
punto de no retorno del que 'no nos podremos recuperar'.
Los científicos sugieren que la única forma de evitar la pérdida
de hielo y el aumento del calentamiento global es la puesta en
marcha de agresivas medidas de reducción de emisiones de gases
que provocan el efecto invernadero. |
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