El Alcornoque

Últimamente, siempre que voy al monte vuelvo desolado y deprimido; en esta misma página he expuesto  algunos motivos (véase la sección de denuncias). Sin embargo, recientemente hemos  descubierto un motivo de alegría. Dentro del deterioro en el que se encuentra nuestro bosque existe al menos un oasis, un pequeño tesoro que, no sabemos muy bien cómo, ha conseguido sobrevivir hasta hoy: El Alcornoque. Pero no hablamos de un alcornoque cualquiera, es un alcornoque potente. Yo no sabría decir su edad (probablemente  varios cientos de años) pero dado que el  resto es el desierto es como un gran charco de esperanza.

Vamos a hacer algo con él: tendremos que limpiar alrededor para que no se queme en el próximo incendio, sanearlo, curarlo, quererlo...Es el abuelo centenario, puede ser el símbolo entorno al cual podamos comenzar de nuevo, una señal de que no todo está perdido.

Llegar al lugar en el que se encuentra, admirar su grandeza, sentarse bajo sus ramas a la sombra y escuchar más abajo el sonido del agua del Arroyo de Soutelo pueden ser también razones más que sobradas para hacerle una visita de vez en cuando y considerarlo parte de nuestro patrimonio.

 

 

 

 

 

Nuestro protagonista parece que se está recuperando después de arder en el incendio del 2000.

Por esta zona se pueden encontrar otros buenos ejemplares como el de la imagen de la derecha.

Reportaje fotográfico completo

 

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