Ingredientes para 4 personas

* 1,5-2 Kg. de pulpo congelado. Tranquilos, una vez descongelado y cocido se llega a reducir hasta un 50%.

* Una olla o similar, a ser posible de cobre.

* Agua

* Aceite de Oliva

* Sal de grosor mediano.

* Pimentón dulce. Pero que sea Jauja, Jauja, como o Jauja non hay.

* Pimentón picante

* Pan y vino casero con gaseosa (porque sin gas no hay cristo que lo beba, claro)

Preparación

Sacaremos el pulpo un día antes de su preparación del congelador.

En una olla de cobre (si no se dispone de una olla de cobre se pueden meter unos céntimos de euro en una olla de acero inoxidable, en algunas casas se dispone de unas monedas dedicadas exclusivamente a esta función) vertemos el agua, la ponemos al fuego y esperamos a que entre en ebullición. Cuando hierva bien, cogemos los pulpos por la cabeza y  lo sacamos y lo metemos tres o cuatro veces, hasta que los rabos se enrosquen.(al parecer esto se hace  para que no pele).

Lo dejamos cocer durante unos treinta o cuarenta minutos, si nos pasamos de tiempo puede quedar demasiado blando, y si lo dejamos poco puede quedar duro, lo mejor es ir pinchando con un tenedor para asegurarnos de que la cocción es la óptima. Una vez cocido dejamos reposar hasta que se sumerja dentro del caldo por si mismo (otros 20 o 30 minutos).

Una vez cocido el pulpo, lo sacamos y lo cortamos con unas tijeras de cocina en trozos más o menos grandes al gusto. Lo ideal es servirlo sobre un plato  de madera para que absorba bien los restos de agua.

Luego se echa la sal, el pimentón dulce y el picante al gusto y  por último el aceite.

Se come directamente del plato con palillos, compartiendo con la pareja o con los compañeros, comentando cómo nos ha ido en la feria (de ahí el nombre).

¡ Y que aprovecheeeeeeeeee!

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Esta receta la podemos degustar, a partir de ahora, cada  último domingo de mes en Pardollán.